viernes, 20 de noviembre de 2009

Deserción escolar: herencia neoliberal para los chicos pobres

En el nivel secundario, alrededor del 20 por ciento de los jóvenes no está escolarizado como consecuencia de un sistema escolar que no tiene en cuenta “flexibilizaciones académicas” para los estudiantes que desean entrar y permanecer en él, según señaló Mónica Barromeres, coordinadora de la región noroeste en el Programa de Inclusión Educativa del Ministerio de Educación.

En diálogo con CC, Barromeres precisó que la educación primaria presenta una deserción de un dos por ciento, pero que hay alrededor de 500 mil jóvenes sin escolarización en los estudios secundarios. “Las razones económicas, sociales, el tema de madres y padres adolescentes, y un sistema escolar que no tiene en cuenta flexibilizaciones académicas terminan expulsando a los que intentan entrar y permanecer”, aseguró sobre las posibles causas de esta problemática.

Es que el nivel socioeconómico es una variable “fundamental” para entender las formas en que se configuran las trayectorias escolares de los alumnos, según un informe realizado en 2004 por UNICEF y la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DINIECE), dependiente del Ministerio de Educación.

El estudio señala que las posibilidades de “acceso y permanencia” de los jóvenes en los diferentes niveles de educación están “altamente condicionadas por las carencias existentes en los lugares a los que pertenecen” y además explicita que en las áreas de mayor pobreza el promedio de escolarización es de “alrededor de cuatro años menos que los de los sectores no pobres”.

En ese sentido, el escrito advierte que “el incremento de la pobreza pone en jaque la capacidad del sistema escolar para garantizar la retención y promoción de los alumnos e impone nuevas exigencias a los directivos y los maestros, en la medida en que las escuelas han pasado a ocupar un rol fundamental en las políticas de asistencia social”.

En tanto, la presidenta del Tribunal 1 de la Dirección de Clasificación Docente de la Provincia de Buenos Aires, Carla Ciavaglia, precisó que “existen dos tipos de deserción: por un lado el traspaso de chicos de la escuela pública al sector privado y por otro el abandono concreto del sistema escolar.”

La mira en la escuela

La escuela como institución es un lugar de pertenencia, de contención y de transmisión de “herencia cultural” fundamental en la construcción de la identidad de los jóvenes y en la posibilidad de los sectores marginados de salir de la “estigmatización de ser pobres y peligrosos”, explicó Barromeres.

Por otro lado, Ciavaglia destacó los cambios que la escuela pública sufrió a partir de la última dictadura militar y su profundización en los dos mandatos menemistas, cuando las políticas neoliberales acuñaron términos como “inclusión” o “contención” en la educación, pero que “corrieron” al conocimiento como eje central de la misma.

Tanto Barromeres como Ciavaglia coincidieron en que las políticas neoliberales dejaron un gran deterioro y afirmaron que “la escuela debe recuperar el lugar de significatividad social”, pero advirtieron que llevará tiempo superar “lo que la dictadura y el neoliberalismo impusieron: la educación para unos pocos”.

Otro informe perteneciente a la CEPAL “Deserción escolar, un obstáculo para el logro de los Objetivos del Desarrollo del Milenio”-2001/2002-, plantea que el reconocimiento de la condición de pobreza de los niños y jóvenes suele ser un factor de negación de sus potencialidades culturales, es decir, que los estudiantes de las clases populares cuya cultura difiere de la cultura escolar predominante deben realizar esfuerzos considerables para asimilarla, sometiéndose a una especie de re-educación.

En este proceso la escuela no integra, sino que a menudo segrega a los estudiantes de las clases desfavorecidas con bajas calificaciones y con el estigma del fracaso escolar haciendo que para muchos niños y jóvenes la escuela se manifieste como la primera experiencia de fracaso social.

En referencia a cómo modificar el panorama escolar, Carla Ciavaglia instó a “desnaturalizar" la deserción y entender que la escuela que queremos la tenemos que hacer con participación de los docentes y las familias, y planteó: “Si se logra una escuela que a la vez sea inclusiva y sostenida por el conocimiento vamos a estar bien parados”.

CC 20-11-09
LR-PCN-SAM

2 comentarios:

gonza.dalairac. dijo...

muy bueno chicos,.., profundo y muy interesante.,. sobre todo me gusto el abordaje al tema de la educacion y las escuelas en los 70 y 90 . los felicito! sigan por ese camino de la vereda del sol.

y les dejo una frase copada sobre el tema:

"El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás."

Equipo de Producción dijo...
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